Reflexiones.

Se va acercando el domingo y me vienen cosas a la cabeza como cuando pagué 3 euros para verles en concierto en una pequeña Chesterfield madrileña llena de universitarios entusiasmados con sus canciones. Recuerdo que aquella noche tocaron algunas de las novedades como regalo del que iba a ser su próximo disco.

Era la primera vez que oía hablar de ellos y que escuchaba sus canciones. Después de aquello no dudé en conseguir sus canciones y ponerlas en el coche. Todo el mundo me hacía la típica pregunta de... Quienes son estos? Ah! No he oído hablar de ellos nunca. Y yo orgullosa de escuchar algo que nadie conoce, más bien, que solo conoce una pequeña minoría.

Al poco tiempo fueron cogiendo fuerza en el panorama musical, muy pasito a pasito, se hicieron un buen hueco y sus conciertos de cada vez albergaban a más seguidores. Todos congregados por el boca a boca y el foro a foro. Hasta que un día, de repente, empezaron a sonar en una de las emisoras más importantes del país y el público enloqueció.              

A día de hoy me veo obligada a comprar una entrada por 20 euros para poder ver al mismo grupo por el que años atrás había pagado 3. Obligada porque llevo tiempo deseando que venga a mi ciudad y nadie les quería contratar hasta ahora y obligada porque, aunque ya no les escuche como antes porque se han vuelto un fenómeno de masas, siguen siendo un grupo que me gusta mucho y espero que algún día, pueda volver a verles por 3 euros en una pequeña Chesterfield madrileña llena de universitarios.