jueves, 6 de enero de 2011

Un cuento de hadas

A 100 Km de casa transcurre su vida sin parar. Ella solo sueña con dormirse para poder soñar.

Cree que si en algún tiempo existieron las princesas encerradas en grandes castillos encantados, siendo finalmente rescatadas por unos audaces principes, montados en elegantes corceles blancos, no puede haber un siglo XXI sin que revoloteen por aqui.

Llega a casa pasadas las diez. Cena, sofa y cama.A su alrededor, paredes llenas de soledad empapeladas de desesperación.

Con el último sorbo de la noche se traga la vida con SINOGAN y se duerme pensando en que ese guapo principe, rubio y de ojos azules, aparecerá para besarla y rescatarla del cruel hechizo que la rodea.

Desgraciadamente todos esos cuentos de princesas y principes, son solo eso, cuentos. Y con un cuento ella se durmió.

1 comentario:

  1. Sólo espero no llegar a ese extremo... nunca son buenos los extremos... DC

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