jueves, 6 de enero de 2011

Asocial

Sus buenos días son para MG. Medio vacia le mira y se deja beber.

El comienza su dura jornada automatizado cual robot, en una fábrica de cristales. Los romperia todos para así crear una lluvia punzante pero sabe que eso se quedará en su interior.

Su negativismo cerebral empeora por momentos y de cada vez, se vuelve menos social.

El nunca volverá a ser como antes, cuando bajaba al parque a pasear junto a la que una vez fue su flor, y se acabó por marchitar. El la abrazaba creyendola proteger, pero ella escapaba para nunca más volver.

Transcurren sus días, sus semanas y así sus años. Su único amigo, ese vidrio gastado del cual bebe sin cesar. MG nunca habla, solo se deja saborear.

Echando la vista hacia atrás, mirando el ahora.

Hoy, leyendo antiguas cartas de desamor, me doy cuenta de que llevo años cumpliendo una promesa que me hice a mi misma, la de no volver a amar.

Leyendo esas letras, me he dado cuenta de que carezco de sentimientos en mi interior. Los enterré en la fosa común y me he olvidado de ellos.

Parece mentira, las vueltas que da la vida. Yo que amaba el amor y amaba a la vida.

Cierto es que todas las velas pierden su llama en algún momento pero nunca nos paramos a pensar en que se puede reponer esa vela y hacerla prender con una nueva llama.

Un cuento de hadas

A 100 Km de casa transcurre su vida sin parar. Ella solo sueña con dormirse para poder soñar.

Cree que si en algún tiempo existieron las princesas encerradas en grandes castillos encantados, siendo finalmente rescatadas por unos audaces principes, montados en elegantes corceles blancos, no puede haber un siglo XXI sin que revoloteen por aqui.

Llega a casa pasadas las diez. Cena, sofa y cama.A su alrededor, paredes llenas de soledad empapeladas de desesperación.

Con el último sorbo de la noche se traga la vida con SINOGAN y se duerme pensando en que ese guapo principe, rubio y de ojos azules, aparecerá para besarla y rescatarla del cruel hechizo que la rodea.

Desgraciadamente todos esos cuentos de princesas y principes, son solo eso, cuentos. Y con un cuento ella se durmió.